martes, 6 de enero de 2009

Memoria histórica

Plaza de los Héroes del Ghetto

En la hierba que ha crecido

sobre causas y efectos

alguien debe tumbarse

con una espiga entre los dientes

para contemplar las nubes.


      Esta estrofa pertenece al poema Fin y Principio de Wislawa Szimsborska. La poetisa polaca, premio Nobel de literatura 1996, reside en Cracovia, una de las ciudades más asediadas durante la segunda guerra mundial. 

      En Cracovia vivían en 1939, año de la invasión germana, alrededor de setenta y cinco mil judíos. Durante los primeros años de la guerra fueron expulsados de la ciudad unos sesenta mil. Los restantes fueron recluidos en uno de los ghettos más grandes e inhumanos que se hayan construido nunca. Rodeados por muros con paneles en forma de lápida, en Podgórze, una zona donde vivían tres mil personas, fueron hacinados en marzo de 1941 quince mil hebreos.  El ghetto se dividió en dos zonas. En la A sobrevivían los que podían trabajar y en la B el resto de sus habitantes. Uno de los lugares donde trabajaban es la hoy famosa, gracias a Steven Spielberg, fabrica de Oskar Schindler. Schindler se aprovecho, en principio, de la mano de obra barata que ofrecía el ghetto, pero, al presenciar las terribles torturas y el cruel destino que esperaba a aquellas personas,  acabo salvando a cuantos judíos pudo con la excusa de necesitar mano de obra para su fabrica. En Mayo de 1943 el ghetto fue liquidado por el general Sturmbannfuhrer. Ocho mil judíos considerados productivos fueron transportados al campo de concentración Cracovia-Plaszów. Los restantes, unos dos mil, fueron asesinados.  

     Pero, como nos recuerda Szimsborska, la vida sigue y así debe ser. No debemos renunciar a ser felices, no podemos. Sería otra victoria del mal. Y sin embargo esto no significa olvidar. Y los cracovianos parecen tener claro como equilibrar esta balanza de instrumentos delicados. Mirar hacía delante, sí, pero sin olvidar el pasado. 

      Los arquitectos Piort Lewicki y Kazimierz Latak han construido, en la hoy nominada Plaza de Los Héroes del Ghetto, un magnífico poema visual en memoria de todos los que allí permanecieron recluidos (foto de arriba). Cuando los judíos eran deportados de sus casas, les obligaban a dejar sus muebles abandonados. Uno de los lugares donde se acumularon sus pertenencias fue la Plaza de Zgody (hoy conocida como Plaza de Los Héroes del Ghetto). Armarios, camas, mesas, sillas vacías ... podían verse  durante la guerra en aquella plaza. También allí tuvieron lugar numerosas ejecuciones. 

    Esas sillas vacías, abandonadas, necesitadas de seres que las ocupen, son el contrapunto necesario, imprescindible, a la estrofa de Szimsborska. Miremos hacía delante pero no olvidemos el pasado. Los cracovianos lo saben ¿lo sabemos nosotros?

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