domingo, 4 de enero de 2009

Hamburguesas con mierda






     La interesante película Fast Food Nation, basada en un ensayo de Eric Schlosser y dirigida por Richard Linklater, denuncia el proceso de elaboración de las hamburguesas que utilizan las grandes cadenas de comida rápida desde la alimentación de las reses hasta la importantísima cocción (que puede salvarte la vida) en las planchas de cualquier restaurante del mundo. La película también hace hincapié en la inmigración ilegal y en como esta contribuye a abaratar el precio de los famosos conglomerados de carne molida, y en el inoperante candor de los activismo juveniles, como magníficamente lo definió Jordi Costa en las páginas del diario El País. 

    Vallamos a los detalles: en lo que a elaboración del producto se refiere lo que denuncia básicamente la peli es que,  debido a la velocidad del despiece en la zona de vísceras, "por negligencia humana" a veces se cuela un intestino que otro entre las trozos de vacuno destinados a ser molidos para formar parte de un delicioso hamburguer. Es decir un intestino grueso lleno de mierda. Sí, mierda. Pero no os preocupéis,  pues como sugiere Bruce Willis en la cinta, con las súper planchas de estos restaurantes se neutralizan todas las bacterias. 

      También Schlosser nos aclara el porque de ese olor a barbacoa que tienen las hamburguesas de estos restaurantes: usan un saborizante, un perfume con olor a barbacoa.

     El problema no es la mierda en si. El problema es una bacteria que tiene la mierda llamada Escherichia Coli. Esta bacteria, que se halla en el intestino de los mamíferos, produce una enfermedad nominada Síndrome Urémico Hemolítico que, en los peores casos, puede causar la muerte.  

      En la vida real, en el año 2003 en Argentina (defectos de la globalización de la que estos restaurantes fueron pioneros), concretamente en el centro comercial de Villa Del Parque, varias personas de diferentes edades cayeron enfermas de Síndrome Urémico Hemolítico por comer hamburguesas de un local Mc Donald’s. Los análisis de las hamburguesas crudas de dicho local arrojaron  un resultado positivo: la carne contenía Escherichia Coli. 

   Esta fue la respuesta de Mc Donald’s Argentina: “La empresa no comercializa, bajo ningún concepto, carne cruda, al tiempo que los procedimientos de cocción y de seguridad sanitaria garantizan la venta al público de productos seguros. Nuestros procesos aseguran la cocción de la carne a la temperatura necesaria para eliminar cualquier riesgo sanitario”

         Dos meses antes, en La Plata, un niño de sietes años murió a causa de Síndrome Urémico Hemolítico: se descompuso después de comer en un Mc Donald’s. Durante el periodo que el niño estuvo internado los responsables de la empresa tuvieron la genial idea de enviar a Ronald Mc Donald con regalos a dicho hospital para lavar su maltrecha imagen. 

         Las hamburguesas contienen mierda (ojalá fuera una metáfora), no hay duda y la única solución que nos ofrecen como dice Bruce Willis en Fast Food Nation es: tú cocínalas bien, cocínalas como yo te digo y  no tendrás problemas.

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